Albacete capital es la mayor ciudad de la región de Castilla-La Mancha y, aunque se suele decir que carece de interés histórico, un paseo por sus calles muestra que hay elementos suficientes para descubrir sus históricas raíces. Junto con Almansa y Hellín forma los vértices de este recorrido de transición entre los llanos manchegos y la entrada a las tierras levantinas y murcianas. Chinchilla, Almansa y su poderoso castillo, Caudete, el calzado artesano, el vino o el laboreo del esparto son algunos de sus más importantes atractivos.

Este recorrido discurre por la zona este y norte de la provincia, donde destacaríamos lugares tan interesantes como las Lagunas de Ruidera y su estrecha relación con el Don Quijote de Cervantes, Ossa de Montiel, Villarrobledo y sus excelentes vinos en la zona de la Mancha. Esta imagen dominante de paisajes duros se complementa con otros tallados por el Júcar en el noreste, con pueblos de bella estampa como Alcalá del Júcar o Jorquera.

Un itinerario por estas sierras situadas en la zona sureste de la provincia nos hará descubrir un abanico de espacios naturales no siempre bien conocidos, pero de una belleza increíble. Descubriremos lugares de patrimonio histórico, como Alcaraz; parajes naturales como el nacimiento del río Mundo, una joya para los amantes de la naturaleza; o sorprendentes pueblos de especial ubicación acunados en valles o enganchados a los escarpes rocosos como Elche de la Sierra, Yeste o Letur.